Alegrar el jardín con un pequeño estanque es muy sencillo.
Tenemos varias opciones para hacer el estanque:
- Usar un estanque plástico comprado en un centro de jardinería o de bricolaje (son como las piscinas prefabricadas, pero en pequeño) que ya vienen hechos con una forma irregular
- Usar un barreño plástico (hay poco que elegir pues todos son redondos u ovalados)
- Cavar un hoyo para darle la forma que nosotros queramos y cubrir el hueco con un plástico. Tienes dos opciones: recurrir a los plásticos de jardinería, extremadamente caros para este uso o utilizar un plástico negro normal que pondremos doble (más barato). El color negro le dará el efecto de profundidad.
Pequeño estanque en el jardín
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Una vez hecho el hoyo echaremos una capa de arena para que asiente el agua, cubrimos con el plástico y colocamos dentro algunas piedras de nuestro gusto (cantos rodados, piedras planas o piedras de río). El borde lo rodeamos con lajas de piedra natural. Llenamos de agua, y ya tenemos nuestro estanque. Podemos poner unas plantas acuáticas dentro (papiros, por ejemplo).
Utilizar un estanque prefabricado o un barreño
El proceso es el mismo si elegimos un estanque prefabricado. En los centros de jardinería tienen distintos tamaños y formas, por lo que podemos utilizarlos para tener peces o tortugas si compramos el tamaño que se preste a ello (hay que consultar las condiciones que debe tener el agua para que éstos puedan vivir en ella). En el caso de que optemos por un barreño también tendremos que recubrirlo con plástico negro y poner piedras en el fondo que le den un aspecto más natural.
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Mini-estanque: un oásis en la terraza