Transformar con pan de plata este espejo pasado de moda le ha dado nueva vida y lo ha modernizado.
El pan de plata y pan de oro son técnicas decorativas que aportan valor a piezas que no tienen ninguno y ofrecen un acabado muy vistoso.

Espejo terminado que, de verdad, está terminado en Pan de plata
En este caso he reciclado un espejo (su marco) de estilo castellano (muy popular hace unos años, especialmente en segundas viviendas) para integrarlo en una decoración más moderna.
Aunque en la foto se vea casi dorado, en realidad es plateado. Te añado las fotos de un copete acabado con esta técnica porque las fotos del espejo no tienen calidad suficiente en algunos de los pasos que hay que seguir.
¿Qué es el “pan de plata”?
He elegido el reciclado con la técnica del pan de plata, menos usada y así más original que la terminación en “pan de oro”.
Esta técnica, muy utilizada en la antigüedad para dar valor a las piezas, se conoce como estofado (derivado de stoffa, la expresión en italiano).
La diferencia es que yo no usaré los valiosos y complicados materiales de los expertos sino los que puedes encontrar en las tiendas de manualidades, mucho más fáciles de manipular.
Consisten en unas finísimas láminas de color plata que se adquieren en librillos de varias (25 normalmente, de 14,5×14,5 cms) separadas por papel para evitar que se peguen entre sí.

Detalle del espejo en el que puedes ver las «grietas» que quedan al aplicar el Pan de plata. Dan un aspecto de craquelado muy bonito.
¿Qué pasos hay que seguir para aplicar la técnica de “pan de plata”?
El proceso es sencillo pero laborioso, pues el pan de plata es delicado de manejar. Necesitaremos:
- Pintura en azul añil o tono similar
- Frasco de mixtión
- Un librillo de Pan de Plata auténtica que puedes comprar en este enlace o de imitación, más barata
- Frasco de Goma laca
- Cera teñida con unas gotas de betún de Judea

Primero hay que pintar en azul y luego aplicar el mixtión.
Pasos:
- Después de lijar la superficie del espejo (o la que vayamos a cubrir) damos una mano espesa de pintura azul.
- Cuando seca, lija ligeramente.
- A continuación, aplica una capa de mixtión y espera a que esté “mordiente” (que no haya secado del todo).
- Entonces empieza a poner el pan de plata.
Estas láminas, finísimas, se rompen entre los dedos.
Al ponerlo es normal sobre la pieza que quieras platear es normal que queden huecos entre los trozos pegados (no es necesario cubrirlos a no ser que sea muy grandes).

Sobre el mixtión «mordiente» se coloca el Pan de plata. Se sella con una mano de goma laca.
- Hay que «echarle paciencia» y trabajar lejos de las corrientes de aire para evitar que “vuelen” las láminas.
- Un truco es de frotar los dedos con polvos de talco que evitará que se nos peguen las láminas a ellos.
- Una vez cubierta la superficie damos una mano de goma laca a la superficie del espejo para fijar el pan de plata.
- Cuando seca totalmente, aplica la cera teñida, espera, igualmente, a que seque y abrillanta con un paño de algodón. El efecto es muy llamativo.
¿Pan de plata, pan de oro?
Si en lugar del pan de plata, elegimos el de oro, trabajaremos igual a excepción de la pintura base que, en este caso, será rojo inglés.
Encuentras terminaciones en pan de oro (auténtico) en prácticamente todas la obras de arte de todas las épocas y periodos, especialmente en retablos de iglesias y catedrales. El oro, aún hoy, sigue siendo considerado el metal noble (y valioso) por definición.
Espero que te animes, si no has usado nunca esta técnica, porque los resultados son muy vistosos y es bastante sencilla. Puedes empezar por cosas más pequeñas, hasta que le cojas el truquillo, y luego avanzar con otras más grandes.
Aplicar pan de plata es otra forma de reciclar objetos, espejos o hacer detalles de algunos muebles para actualizarlos. Bien utilizada no tiene porqué dar un aspecto antiguo o pasado de moda.
¿Lo intentarás?